lunes, 30 de junio de 2014

Reflexiones de una Boda

Olivia Palermo y Johannes Huebl se dieron el sí quiero este fin de semana. La propia pareja ha difundido en las redes las fotografías de los estilismos que lucieron en la que fue una boda civil muy íntima con familia y pocos amigos. La boda más esperada del año por las revistas de moda se celebró en un parque de Bedford, en Nueva York. En este post queremos comentar el look nupcial de la `it girl´ y de paso reflexionar acerca de las primeras críticas en las redes.


Vestida por su diseñadora fetiche, Carolina Herrera, el diseño que lució Olivia estaba compuesto por tres piezas: un suéter de cashmere de color crema con plumas de avestruz, unos shorts blancos y una sobrefalda de tul ceñida a la cintura con capas superpuestas de satén y seda con una gran abertura en la parte delantera y detalles florales en el dobladillo. Johannes también lució un total look blanco con traje de Marc Anthony Hamburg, corbata y pañuelo azul marino. 



Pocas horas después del enlace, nada más subir las imágenes a las redes, comencé a leer la lluvia de críticas al estilismo de Palermo. Que si parecía que no se había peinado, que si se había puesto una camiseta interior y se enrolló una cortina a modo de falda, que en Zara hay cosas parecidas infinitamente más baratas... Y hasta que si fuera nuestra vecina la pondríamos a caldo pero como es Olivia Palermo hay que decir que iba elegante y estilosa. Y ustedes, ¿qué opinan? Yo pienso todo lo contrario. Para empezar, si fuera nuestra vecina haríamos lo mismo, a ella decirle que estaba preciosa aunque por detrás vayamos diciendo que "parecía una tarta de merengue". Así somos, ¿quién tendría el valor y la desfachatez de decirle a una novia que su vestido es horrible? Nadie.


No es fácil ponerse en la piel del otro siempre y este es uno de los casos en los que más cuesta. Recuerdo cuando buscaba vestido de novia como algunas amigas me decían de algunos diseños: "que va, que va, no me lo pondría ni muerta" y es que "amiga no eres tú la que se lo va a poner sino yo", cada mujer y cada boda es diferente, con sus circunstancias y su personalidad. En este sentido, quiero defender el look de Olivia porque era (como me encanta decir en las bodas) "muy ella". Creo que no podía ir más fashion que con un tres piezas como este, y a la vez con la sencillez de la que siempre hace gala. Es que si hubiese llevado el típico vestido sirena palabra de honor no me habría parecido ella. Hasta en el peinado respetó su favorecedora y característica coleta de caballo con la raya en medio. El día de mi boda yo también llevé el pelo como lo llevo siempre, suelto y con unas pocas ondas porque, ¿por qué ibas a ir el día de tu boda con un peinado que nunca te haces y con el que no te sientes cómoda? Bravo por la Palermo por ser fiel a su estilo. Y bravo por todas las mujeres que rechazan disfrazarse de novias y eligen seguir siendo ellas el día más importante de sus vidas.


Por último, sólo me queda decir una cosa. Me encantó el detalle tradicional de llevar algo azul. Olivia escogió unos zapatos azul oscuros firmados por Manolo Blahnik



1 comentario:

  1. A mi me gusta, se sale de lo habitual y sólo por eso ya lo valoro aún más.
    Besos :)

    ResponderEliminar